Bun-qalle (Ritual Oromo-garri)



Miradas de Etiopía. Exposición de fotografías en Aldaia.
http://noticiasfotoclubvalencia.blogspot.com/2011/03/miradas-de-etiopia-exposicion-de.html 



En la cultura oromo del oeste de Etiopía, el parecido de los granos de café con los órganos sexuales femeninos generó otra ceremonia con tal significado sexual que, de acuerdo con las investigaiones del antropólogo Lambert Bartel, antes de realizarla quienes participaban se abstenian de tener relaciones sexuales un día antes. Un hombre viejo le dijo a Bartel que "nosotros comparamos la rajadura abierta del fruto del café con la experiencia del día de la boda, cuando el hombre ha de forzar a la mujer a abrir sus muslos para poder tener acceso a la vagina"

Después de que los granos son descascarados se mezclan con mantequilla con un palo llamado dannaba, palabra que significa pene. Hay quien sustituyen el dannaba con ramilletes de hierba recien cortada, cuyo aroma puede impregnarse en los granos, porque un pedazo de madera muerta no "da vida". Mientras los granos son mezclados, se recita otra oración hasta que finalmente los frutos del café se abren por el calor, produciendo un sonido: ¡tass! Este especie de estallido del grano es similar al sonido que emite un recién nacido y al último suspiro de un moribundo. La persona que agita los granos para mezclarlo recita lo siguiente:

Ashama, mi café, explota y clame paz

abre tu boca

deséame paz, por favor

y aparta de mí las malas lenguas.

Al ser comidos, los granos de café "mueren", bendiciendo con ellos nuevos pensamientos y la vida misma. Esta tradición oromo es tan antigua que nadie recuerda cuándo inició. Después de que los granos han hablado, los presentes, se toman de la mano, como en la ceremonia de la circuncisión, del matrimonio, de una disputa de tierras o del inicio de un viaje peligroso.

Hay algo importante respecto al bun-qalle. Los granos han de verterse enteros a la leche, no pulverizados, es decir, hay que hacer una verdadera infusión. Cuando los granos molidos se añaden a un líquido neutral como el agua, el poder del grano se pierde por completo, lo que sólo sirve para relaizar actos oscuros como proferir una maldición o, como durante la ceremonia de esta noche, exorcizar a un espíritu maligno.

Fragmento: La Taza del Diablo pag. 34